Sueño de neón
Otra vez,
de nuevo otra vez,
has abierto tu maleta de trapo
y has acunado en ella
tus más preciosos tesoros:
un corazón que palpita,
una sangre que aún se amotina,
algún sueño que aún sueña.
Y te has vestido
respetuosamente
con el traje de niño marinero
de aquel día en que los niños
creen que podrán hablar con los dioses
y los dioses se engañan
pensando que un día fueron niños
y los amaban.
Y otra vez has emprendido el camino
con los ojos incendiados
de aquella luz que en noches de insomnio
te cegó las pupilas de esperanza.
Y has llegado,
otra vez,
al borde del abismo
donde la luz se vuelve sombra
y la sombra llora vientos perdidos,
para ver
que los sueños no eran sino espejo
de aquella luz de cartón piedra
en la que los sueños se perdieron.
Y otra vez,
entre lágrimas que no acallan
esta angustia de muerte disfrazada
de teoremas de números que asesinan,
darás algunos inevitables pasos con esa insistencia
suicida de abrazar un sueño que se aleja.
Así pues,
¿ recuerdas?, otra vez,
desenvolverás tu maleta de trapo
y volverás a guardar tus pequeños tesoros:
un corazón tembloroso.
una sangre que agoniza,
otro sueño muerto, otra muerta estrella..
Y respetuosamente,
desesperadamente,
te quitarás la ropa con sabor a viaje
de mundos disecados
y a trenes de fracaso,
y cerrarás tu alma en aquel armario viejo
donde habita el absoluto del silencio.
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