A mi padre. In memoriam


A mi padre. In memoriam




Te echo de menos.

Ya no tengo el puerto de tu sonrisa

donde calmar mi eterna  melancolía,

ni esos ojos que se deslizaban  tiernos

entre las heridas de la vida.



Te echo de menos.

Se me quedan entrelazadas en la garganta

todo lo que olvidé de mis palabras:

decirte te quiero, darte las gracias

por enseñarme a no rendirme a la desesperanza.



Te echo de menos.

Hoy, como ayer, como cada una de mis mañanas

en la que sólo entre mis silencios

te busco entre mis brumas y mis lágrimas.

y  apenas sólo me consuelan tus recuerdos.



Te echo de menos, papá, te echo de menos.

Un año sin ti... Demasiado tiempo...


Verdad de luz e instante


Verdad de luz e instante








Cierro mis ojos.

            Y en la oscuridad

todo es rumor de mi viento que soy yo

cuando nadie está.



Apenas cierro mi alma,

vendaval de nada, en la nada dormida,

y el abismo al borde de mis versos se asoma.



Sólo queda beber en el instante del ahora

que  abraza el silencio  y me solloza,

ese último instante moribundo entre tu niebla

que cada día me atrapa mientras me ciega.


Cierro mis ojos.

              Y en la oscuridad

todo es rumor de un viento que ya no soy yo.

Se llama  soledad.


Silencio


Silencio




Pasas a mi lado y abro el silencio

de la tortura de mis labios.



Los ojos se deslizan  en el suelo

donde tu sombra es lo único cierto.

Tu estéril aire me pesa demasiado

para atar tus ojos a los ojos de mis sueños.



Pasas a mi lado Cierro mi silencio.

 en la tierra. Yo ardiendo en mis cielos.


Nocturno


Nocturno





Se abre la mañana.



Tantas cosas que te dije en la noche

cuando se esconden entre la ternura  las palabras...



Y el sol palidece y no quisiera ser sol

sino  luna y amor y cielo de esperanza.



            Pero agoniza la noche, se abre la mañana.



Lloran las estrellas y se angustian en la espera

de la nueva noche, donde el amor  en tu amor sueña.



            Llora el sol. Tiembla la mañana.


Las dos de la madrugada




Las dos de la madrugada




Se hace la noche,

lentamente,

como cielos que no saben envejecer

porque amaron apasionadamente.



Y mis ojos abiertos

en la noche, entre mis estrellas....



Y quisiera decirte

que encontré lo que anhelaba

sólo cuando me dejaste.

Que estaba tan cerca de mí,

tan trasparente , tan vivo,

tan cerca de lo que buscaba...

que no lo vi

hasta que fue demasiado tarde.



Y he vuelto para decirte

que quiero compartir contigo

cuanto la noche soñaba,

que ese mundo que te llama,

que nos llama,

quisiera que fuera tuyo,

porque nunca fue de nadie.



Y mis ojos abiertos

en la noche, entre tus estrellas.



Se hace la noche,

lentamente.

Y yo despierto

entre mis hambrientos labios,



¿ Será porque te quiero?






Intuición


Intuición




Si alguna vez

en un momento en que los segundos juegan con el tiempo

deslizándose como gotas de río hacia un mar desconocido,

notas que una brizna de un poro del reloj de la vida remueve

una gota de sangre en tu corazón que palpita sorprendido...



Si alguna vez

el viento te recoge en un juego cálido y tierno por la cintura

y acaricia tus manos enroscándose tímido entre tus dedos

y notas una suave sensación de un  calor tierno e intenso

en una gota de sangre que se ahoga en el  mar de tu ternura ...



Y si alguna vez

el cielo se oscurece y las estrellas palpitan en una danza inquieta

mientras la noche se disfraza de negro tras lunas que dormitan,

y notas como una de ellas  se estremece  entre tu piel herida

por un escalofrío que a distinguir bien  su origen no aciertas...



Sabrás, cuando la noche cierra tus ojos y se abren los sueños,

que duermo entre el calor de tu sangre, en el escalofrío de tu cuerpo.


Sin retorno.


Sin retorno.



Miras  tus manos

y buscas los restos del naufragio de tus sueños

que los vientos del ayer abandonaron

en algún lugar perdido de tu camino.



            Y vuelves

a rebuscar en algún rinconcito  del pasado

algún resto de vana explicación que te consuele

de tantas lágrimas escondidas entre la almohada.



            Pero ya sabes,

porque las sombras de la noche no callan lo que hablan,

que no hay vuelta sino al engaño del recuerdo y al fracaso,

a las  hojas muertas de caminos abandonados.



            Porque, ya sabes,

                        bien lo sabes,

tienes, niña, un corazón que sobrevuela más allá

de los engaños con los que disfrazamos la angustia del mañana,

y que te espera inevitable,

inevitablemente,

en el recodo del futuro donde el atrás ya no es una palabra.



            Como yo,

como yo, que me desnudas, como yo,

que me espera inevitable,

inevitablemente,

la verdad que evito en mi camino. Una implacable verdad

con la que tengo una cita, aún no sé cuando, a la que no puedo faltar.








Sueño de neón


Sueño de neón




Otra vez,

de nuevo otra vez,

has abierto tu maleta de trapo

y has acunado en ella

tus más preciosos tesoros:

un corazón que palpita,

una sangre que aún se amotina,

algún sueño que aún sueña.



Y te has vestido

respetuosamente

con el traje de niño marinero

de aquel día en que los niños

creen que podrán hablar con los dioses

y los dioses se engañan

pensando que un día fueron niños

y los amaban.



Y otra vez has emprendido el camino

con los ojos incendiados

de aquella luz que en noches de insomnio

te cegó las pupilas de esperanza.



Y has llegado,

otra vez,

al borde del abismo

donde la luz se vuelve sombra

y la sombra llora vientos perdidos,

para ver

que los sueños no eran sino espejo

de aquella luz de cartón piedra

en la que los sueños se perdieron.



Y otra vez,

entre lágrimas que no acallan

esta angustia de muerte disfrazada

de teoremas de números que asesinan,

darás algunos inevitables pasos con esa insistencia

suicida de abrazar un sueño que se aleja.



Así pues,

¿ recuerdas?, otra vez,

desenvolverás tu maleta de trapo

y volverás a guardar tus pequeños tesoros:

un corazón tembloroso.

una sangre que agoniza,

otro sueño muerto, otra muerta estrella..



Y respetuosamente,

desesperadamente,

te quitarás la ropa con sabor a viaje

de mundos disecados  y a trenes de fracaso,

y cerrarás tu alma en aquel armario viejo

donde habita el absoluto del silencio.







           

Quizá es que esté solo.


Quizá es que esté solo.



Apenas tengo una rosa que me dice que me quieres...

que me quieres...

y un cuarto que repite tus pasos que te llevan a mis brazos...

a mis brazos...

y unas sábanas que arropan mi cuerpo con tu cuerpo...

con tu cuerpo...



Quizá es que esté solo.



Apenas tengo un millón de recuerdos que mecen

mi alma cuando te busca entre ellos,

apenas el eco de mil sonrisas que me envuelven

entre el aire que forma la  forma de tu cuerpo,

apenas tu cariño,  tu dulzura , el ardor de  tus besos...

tus besos...



Quizá es que esté solo.



Apenas tengo la felicidad con la que soñé en mis manos...

que son tus manos...

Quizá por eso soy feliz, y sonrío cuando te digo que te quiero.

Quizá es eso... es eso... sólo eso.. sólo un te quiero.

Será que tú estás conmigo,  que me quieres, y te quiero.



Quizá es que esté solo. Quizá será porque te quiero...


Sólo en el viento








Sólo en el viento


No en el sol...en la luna no,
..mira que sus rayos acariciarán tu pelo
y cerrarán los ojos a tu dulce corazón.
En el cielo sólo las caricias...tu corazón no.

No en las estrellas..en las estrellas no,
...mira que sus aristas se engarzan en el alma
cuando se ahoga entre mil lágrimas de dolor.
En las estrellas sólo los besos...lágrimas no.

No en los sueños ...en los sueños no.
Mira que en los sueños se envuelven recuerdos
de nombres de los que el tiempo se olvidó.
En los sueños sólo sueños...recuerdos no.

En el viento, en el viento
que se arremolina inquieto en el sentimiento
llevando nombres que no adivinas a entender...


Sólo en el interrogante del más puro viento
encontrarás respuestas tan claras, tan claras...
que no alcanzarás a  comprender.








Si supieras





Si supieras..



Si supieras los carámbanos de mi mente

y los silencios que se disfrazan de caricias

buscadas con la angustia de la tristeza

cuando la noche se hace eterna y se me muere....



Si supieras que el tiempo se te duerme y te conviertes

en la trampa donde se lloran esos días del mañana

que se pierden definitivos y temblorosos entre tu niebla.



Y no lo sabes. No lo sabes. Si supieras...




 

 









Quizá fue porque sabía escribir








Quizá fue porque sabía escribir




Sumaba letras en un cálculo impenitente e inimaginable

buscando resultados de operaciones imposibles,

cambiaba el color de las  letras inventando nuevas palabras

que intentaran expresar el fulgor que le quemaba en la boca.



Ensayaba manchando incansable de rojo papeles blancos

intentando describir cuanto soñaba en los albores  del alba,

rehacía el mismo poema una y otra vez, y otra vez , y otra,

cambiaba las rimas, acechaba cada sentido de sus versos:

siempre volvía a rebuscar el exacto sentido de su sentimiento.



Siempre el mismo poema  disfrazado con distintas palabras

buscando entre  el perfil impreciso de los imposibles versos

explicar el torbellino que incendiaba todos sus sentimientos

y que le hacía morir en las noches frías en que el desconsuelo

se disfraza de estrellas que tiritan  las almas entre sus inviernos.



Un día levantó sus ojos de los  papeles entre los que soñaba

y acercó su mirada más cerca de los infinitos y lo que ocultaban.

Y la vio. Descubrió sus ojos e intuyó  que a él le interrogaban,

sintió arder cada una de sus palabras, ardió entre todos  sus versos

y supo al fin lo que buscaba. Era ella a quienes sus versos dibujaban..






Sólo pienso en ella




Sólo pienso en ella,

en volver a verla,

y no sé, y no sé

si se acuerda..

Los Secretos.





Sólo pienso en ella




Llevo el alma en las manos,

desnuda, en perpetuo y suicida desafío

con el que miro las hojas del calendario

en el que mueren los días en que no estás.



Tengo la arrogancia que da conocer el miedo

de los días perdidos en otoños deshojados

cuando la esperanza se quebró en cristales

que rompieron los torrentes de mis venas.



Llevo el alma clavada a tus manos

muriendo un poco cada día entre tu ausencia,

pero luego  vuelvo a respirar de nuevo

cuando me llena de ternura tu sola  presencia.



Se me pasan las horas colgado del tiempo

que me dicta los segundos que aún me restan

para volver a respirar el aire que me falta

cuando no estás y me muerde tu ausencia..



Y, mientras, colgado  del tren de la espera,

paseo por los andenes de tu voz hecha recuerdo

y me pregunto con voz que se quiebra en el silencio,

si acaso en este momento tú también me recuerdas,

si acaso en algún acaso tú de mí te estás acordando.










Sé quien eres




            Sé quien eres



Sé quien eres,

no creas que porque mis ojos juegan con lágrimas

que un día disfracé con el recuerdo de tu esperanza,

no distingo entre mis sueños y esta realidad que hiere.



            Y aunque sangre entre  mis versos, rimas de nácar,

            y te grite mil te quiero entre las flores de mis palabras

no creas que no sé que sueño dormidos sueños

que respiran lejos de tu vida , del calor de  tu viento.



            ...Pero es tan fácil abrazar espejos cuando la vida se engarza

            en la encrucijada de la muerte y la desesperanza ...

            ...Es tan difícil arrancarse los sueños cuando sólo te aguarda

            el vacío amargo que amenaza cada una de mis mañanas...



Sé quien eres.

No creas que porque disfrazo en la noche con tu nombre

estrellas entre las que mis ojos palpitan y  mueren,

no escribo fantasías de palabras en  esos mudos  y vacíos  sobres

sin destino ni remitente donde los sueños callan y  enmudecen.



            ...Pero es tan difícil renunciar a los sueños

            con los que engañar el sol amargo de las mañanas...

            ...Es tan difícil olvidar que un día cegaste el alba

            y que sólo fue un espejismo de mi ciego silencio...



Entierro por ello  mis ojos en el duro suelo cuando siento

el tintineo del fantasma de tus  pasos y mis miedos,

anudo las tormentas de fuego de mis rotas palabras

cuando adivinan el perfil árido y distante de tu cara.



            No sabrás

            que las  guardo entonces para mis sueños, cuando se disfrazan

            con el vestido de tu recuerdo, con el dibujo de la esperanza.




Momento


Momento





Será porque en la noche  la luna llena

tamborileaba los cristales de mi ventana

cuando el aire se vistió de un ligero viento

suave que, delicado, la acompañaba.



Será porque la tarde se vistió de flores

que mis ojos embriagaban,

cuando  después llegó la noche,

y la luna, y el viento, y flores que lloraban

el ocaso de la luz, esperanza de la madrugada.



Será porque los caminos

se escondieron en el atardecer que cegaba

aquellos ojos enrojecidos.

Sería porque el horizonte se vistió de seda

cuando lo durmieron las estrellas.



Será que mi alma se inundó de tristeza

entre recuerdos de aquellas lunas negras

cuando mis ojos que surcaban abanicos de vientos

se perdieron entre tus espejos de cielos abiertos.



Será por que la tarde se vistió de melancolía

que cerré los ojos un momento a la luz del día

y en ese jeroglífico del brillo ciego del momento,

busqué tu recuerdo entre el negro abismo de mi  cielo.



Será porque la vida borró ya los caminos de sueños

con los que intenté cegar el dolor de tanto infierno,

que me quedé colgado entre el acento de un verso,

muerto en el aire, hambriento de un  fatal silencio.




¿ Me querrás?




¿ Me querrás?







¿Me querrás?

No tengo apenas nada que dar.



Si acaso unos ojos que se estremecen

cuando tu ojos los miran y los enciendes

para así poderte mirar.



            Si acaso algún tímido y pequeño verso

            que no sabe cómo juntar las mas bellas palabras

            para pintarte un  te quiero.



            No sé, acaso unas torpes pero sutiles manos

            que no saben bailar en el viento

si no es para buscar tus manos.



¿Me querrás?

Ya sabes... No sé que te podría dar.



            Si acaso mirar tus ojos en silencio

            mientras mendigo uno de tus besos,

            poco más...  apenas nada más.



            Si acaso llenarte de dos palabras

y repetirlas con ansia de enfermo

hasta hacer arder el alba:

te quiero, te quiero, te quiero...



No sé, acaso una infantil alma de niño

que en las noches a ti se abraza

muriéndose de frío,

Sólo eso... apenas nada más.



¿ Me querrás?

Ya sabes... Yo... poco te podría dar.






Noche disfrazada


Noche disfrazada






No quieras que la noche

se vista de día y que los sueños se vistan de razones imposibles

que durmieron calles de asfalto negro y olvidado.

No lo quieras. Las tormentas de unas horas interminables  desvelan

otras aceras que se derriten ante soles de madrugadas apagadas.



No pretendas dormir sueños que no suplican por el estallido

de las venas que serpentean por nudos de sangres y amarillos.

Se adormecen en un insulso tic tac de un tiempo inútil y callado

en ese reloj de vida que soñaban horas que acaso una vez vivías.



Pero era tan real... parecía que el alma estaba tan viva... tan viva...



No quieras que la noche

te traiga cadáveres de papel y palabras arrugadas entre el sueño

de  sábanas que las amortajan en ansias que las engañan.

Cuentan  números impares de operaciones imposibles de escribir

en el cuaderno de páginas miserables en los que el tiempo

se disfrazó de tiempos que encarcelaban colores de esperanza.



No quieras que la noche te traiga la noche disfrazada de vida.

Ya no quedan lágrimas. Acaso sólo sus sombras que te engañan.

Acaso un silencio vestido de palabras, acaso eso, acaso nada, acaso sólo nada.

Mi corazón no te diera




Mi corazón no te diera





Cuando tus ojos se me pierden

en un interrogante de esa niebla

que no alcanzo a desterrar.



Cuando tu mirada  se inunda de  tristeza

y mi voz se te desvanece

en ese instante de imprevista soledad

que a tu esperanza envuelve.



Cuando tus ojos entre tus ojos se me pierden

porque les atrapa la angustia  de llorar...



me arrancaría la vida, y el alma

para  calmar ese instante de tu soledad,

y mi sangre y mi piel y mi vana esperanza

te diera

para ver la luz de tu sonrisa una vez más

en mis ojos sonreír, sonreír una vez más...



...Pero mi corazón no, no te lo podría dar.

No podría... contigo, junto al tuyo, siempre está.




Melancolía


Melancolía




Llego a mi casa,

y recorro el eco del pasillo que llora

el camino de tu ausencia  en este ahora

que te llama.



El silencio te llama...



Y sólo una sombra que se viste de recuerdo

responde en el absurdo de este tiempo

que levemente me derrama

mil gotas de melancolía de horas sin sentido.



Y el corazón herido en el frío

de las horas muertas   muere sin ti.



Sin ti...



Llego a mi casa.

y acudo a mis versos,

ya sabes al camino invisible de los versos,

para intentar decirte que estoy ahora muriendo,

que estoy  muriendo

de amor por ti.








Manos de soledad


Manos de soledad




 

Dadme vuestra mano de dedos de puertos de ámbar,

que llevo mis velas llenas de sabor a naufragio y de esperanza rotas.

Dadme una esperanza envuelta en disfraces de vientos de palabras,

dadme vientos esquivos que parezcan que me miren cuando hablan,

engañad mis torpes  mentiras, romped cada una de mis rotas amarras,

pero no me dejéis ahora a solas , no con este dolor que  me ahoga.



         No midáis mis sonrisas

         que se fabricaron en noches de insomnio,

         no peséis la dureza de mis ojos

         que se crearon como puentes de huidas.



Dadme vuestras manos de dedos de colores de racimos de deseo,

bien sé que acaso nunca las merecí,  que acaso ahora no las merezco,

pero, ya sabéis, quizás en alguno de aquellos infantiles y rotos sueños

con los que bebí todos mis venenos, encontréis en mí algo de bueno.



         No me juzguéis ahora  cansado y perdido,

         ya  sé de mis pecados y  mi locura,

         espejos de dolor  que en la noche oscura

         que se clavan en mi alma rompiéndome el sentido.



Dadme vuestras manos, maniatad el temblor de mis manos,

caminos que me esperan más allá de mis ojos ciegos  e inermes.

Arrojadme vuestros dedos. Ni miréis mis falsos dedos crispados:

sólo son sombras que no saben cómo alcanzar vuestras manos.


Hace mucho, mucho tiempo


Hace mucho, mucho tiempo



Hace mucho tiempo ...

tanto tiempo

que casi se me pierden los recuerdos,

te quise tanto,

            tanto,

            que puse mi vida en tus manos

y te pedí que abrazaras mis sueños

y que fueses sombra eterna de mi cuerpo,

caricia fiel de mis caricias, beso de mis besos,

sudor ansioso entre los gemidos de mi cuerpo.



            Y luego,

            en ese inevitable e imposible luego,

            cuando volví sobre mis pasos solo,

inmensamente solo, desoladamente solo,

juré que no volvería a dar con mis manos,

            mis torpes e infantiles manos,

abrazos ciegos que dejaran el alma como fuego en día lluvioso

cuando tus ojos viven sólo de lo que miran y besan otros ojos...



            Pero luego, fue otro tiempo,

            ...fue hace tan poco tiempo...

no pude imaginarme  entre tanta descorazonadora tristeza

que volvería a beber los mismos errores de mi alma ingenua.








Niño


Niño



            Y hay un niño que llora..



                        ¿ Por qué lloras niño en esta tarde

                        en que las azucenas de esta tibia aurora

                        abrazan el aire para besarte?



            Y no hay consuelo

            para tantas lágrimas que se llevó el calendario

            entre hojas grises que arrastró el viento

            y que se perdieron entre nubes de frío mármol.



            Y hay un niño que llora

            con llanto de voz de arena.



                        ¿ Por qué lloras niño con esa voz

                        de batido de fresa, nata y pena?

                        ¿ Qué estrella murió en la esperanza

                        de morir entre tus lágrimas?



            Y caballos que perdieron sus ojos

            porque habían soñado  demasiado

            beben peces de aguas de mil acasos

            rotos en sueños de oscuros arroyos.



                        No llores niño, no llores,

                        mira que la luna duerme entre las flores

                        que sembraste entre esa  tierra de sueños

                        que lleva  agua de sabor a roto incienso.



                        Y cuando vuelva....

                        ¡ Ay cuando vuelva!

                        Será de nuevo  primavera

                                    Y mil olores te besarán el alma

                                    en cada una de las mañanas.



            No llores niño, no llores.



                        Hay un niño que llora bajo las estrellas.



                                    Y no hay consuelo,

                                    no hay consuelo

                                    para tanto dolor en un alma de niño que sueña

                                    con flores que no supieron

                                    de tanto dolor, de tantas lágrimas que encierra.




Dime luna


Dime luna




Dime luna,
cuando tus rayos me besen la cintura
con la que me cuelgo de tus manos...
¿ Me quemará tu alma entre mis brazos?

Dime luna,
cuando en tus noches de verano
de vestidos ligeros y sensuales
tu piel se me amartille en mi boca..
¿ Llenarás mis labios de besos interminables?

Dime luna,
cuando tu luz se vista de mi tacto de papel
y te abrase la noche entre mis besos y su sed
¿No palidecerás en esa noche ciega en que  te besé?

Sueños de sueños


Las manos del sueño

siempre traen un sueño de las manos

JM. Serrat

 


 


Sueños de sueños




A veces, algunas veces,

me cuelgo de una estrella que mira sonriente

y sueño con que tú la miras y me recuerdas,

y besas mi nombre casi con vergüenza.



A veces, algunas veces,

susurro canciones que me estremecen

y sueño con que llegan hasta tu oído

rompiendo la bruma de tu olvido



Y cuando mi almohada besa mi piel

sueño con que mil besos rozan tus labios

y sabes así que estoy siempre a tu lado.



Y a veces, algunas veces,

siento un rumor de tibia vergüenza

de sentir lo que no  debiera

porque no eres sino sueño de mi mente.



Y decido romperte de los sueños que creo

y de mi ávido cuerpo esconderte

para alejarte de los sueños de mis besos.



A veces, demasiadas  veces,

sé que los sueños cuando viven de sueños

se estrellan en esos fríos amaneceres

que se pierden entre sombras y recuerdos



Y a veces, en esas veces,

sé que al pasar las horas y sus tiempos

se lloran aquellos perdidos sueños

por no haberlos sabido besado a tiempo

cuando fue posible, cuando ya no lo es.


Hastío


Hastío



Estoy sentado en un sillón callado,

un pie descuidado sobre la rodilla,

y una mueca de cuadro retirado

en un desván sucio de descolorido.


Miro al aire buscando una sombra

que lleve algún recuerdo de mi pasado

en el que reía con risa despreocupada....

Ya no me acuerdo de aquellos tiempos...



Estoy sentado en un aire de suspiros

que rezan plegarias a cielos escondidos

con voces de puertas en el ayer cerradas

sin ventanas ni paisajes que me sorprendan


Y el tiempo se para y se detiene

en el absurdo palpitar del vacío...

Una  vez tuve un  sueño. Casi lo recuerdo.

Una vez lo tuve. Casi ya no me acuerdo...




Y el tiempo continúa aburrido su camino...

Despierta


Despierta




Despierta..



Mira que las uñas se engarzan

en nubes de viento y escarcha

formando dibujos de gris que te esperan



Despierta.. Despierta...



            La mañana se viste de noche mientras la noche aguarda

            presagios de luces de colores de arena de albas

            que se agolpan entre mis ojos de rotas esperanzas.



            ... Y el alma navega entre el cierzo de del frío de las palabras

            que soñaron ser sólo sombras de aire amordazadas...



            Despierta....



Despiertos tus ojos se vence la negra madrugada

en no sé que cierta esperanza

que llena de verde aurora mis palabras.



...Pero ahora llevo rotas el remolino de mis gargantas

y la sangre se me seca entre mis labios de fría plata...





            Despierta...



            Te está llamando el universo de juguete con el que jugaba.

            Te está llamando. Sin ti nada tiene sentido. Ni mis lágrimas...

            Te estoy llamando. Te llamo en esta sin ti fría mañana...



Despierta.... Te necesito...  Despierta....