Cansancio
Se me rompe
el cansancio en la noche de los brazos
cuando
los ojos adivinan que no ven la esperanza
que se
anega en pensamientos encadenados.
Todo es
desliz, incluso el perfil del alma
que se
niega a besar besos aún no desterrados.
Todo es
pendiente, umbral del sueño adormecido,
que me
lleva a nombres que amenazan el frío
instante
en el que rompí mi marea entre tus brazos.
Llega
el momento de rendirse al mar del infinito
moribundo
en tu estela, en tu soledad abandonado.