Elipse enmohecida






Elipse enmohecida 


Entre una elipse de sueños apagados

busco el ocaso de lo imposible.

Nada vive en tu entorno. Ni el magma

de una cenicienta de zapatos malgastados

por un cuento cruelmente repetido

en cada noche en que, perdida,  tú me miras.

Navego más allá de mis canciones entonadas

en una esquina de un palacio derrumbado

por el orín de algún dios sin nombre ni destino.

Todo es mío. El aire que no respiras,

la noche y su amante descolorida, el alba,

mis silencios y la agonía de mis palabras.

Nada te debo. Solo el principio de un camino

que nunca abandoné en algún verso enmohecido




Cuento discontinuo




Cuento discontinuo



Tras una línea de puntos discontinuos,

por lo acompasados,

mueve el perfil del tintero de las horas secas

un vals de silencios amartillados

en el silencio de una oscuridad

sin destino en su  propia urgencia.

Mueve  un desliz  en el  hilo de un destino

sin patria ni horizontes encintos

buscando un no se qué de un beso

desdibujado por el agua de un desierto

sin sol ni olas de un fatal espejismo.

Duerme la noche

en un bosquejo de un cuento inacabado.

Nada queda. Solo de una lágrima el eco

mordido por esta desesperanza.