Entonces




Entonces

 

Hubo un tiempo, casi ya no lo recuerdas,

en que los besos quemaban tu piel y las sábanas

eran cárceles  de  amor donde naufragabas.

…El olvido casi no lo recuerda…

Sólo  cuando la soledad te embarga

entre la noche y sus fantasmas,

cuando la piel gime y los nombres amenazan,

cuando el  amor se viste de deseo y el deseo

quisiera traer  por un instante el fuego

de caricias que no amenazasen  la mañana.

Hubo un tiempo, un marchito  tiempo,

que se rompió en un espasmo una mañana.


...Se rompió tu alma en esa mañana...

 Hoy se marchitan en  olvido los recuerdos

que te traían nuevos colores las mañanas

mientras el reloj de tu vida se hace infierno

en tu vida rota, vacía y  fatalmente desencajada.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario