Desnudez
Aléjate de ti misma,
tan lejos que se te olvide tu nombre
y tu sombra cárcel de tus recuerdos.
Aléjate del aire que te envilece
cuando lo bebes como agua turbia y encharcada.
Arroja tu vestido al mundo que ya no te espera,
da luz a tus senos , a tu descolorido y fugaz vientre,
da cárcel a besos que saben a pieles de costumbre
de amores perfectos y consabidos.
En tu luz de papel agonizas, entre la incertidumbre
te aguarda el deseo desafiando la muerte y el olvido
que te acosa y te derriba. Y el furor de la pasión
te rompe en la
noche mientras tu piel grita su desnudez
a tu pecho desnudo para el que ya no existe el tiempo,
ni el mañana que tejes en la tristeza de la sabida rutina
de amores podridos y rabiosamente secos.
Aléjate de ti misma,
tan lejos que no recuerdes ni la memoria
en la que te disfrazas como luz ciega y engañosa.
Y en esa lejanía, muerta tú y el viento árido de tu falda,
cárcel de injusticias de gemidos secos y equivocados,
podré acercarme como enigma de ansia interrogante
y besar tus senos, romper y saciar tu oscuro vientre,
llenar de olvido nuestra memoria, frío cadáver inerme,
y borrar mi
piel que en el deseo de ti tu piel
amenazaba.
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