Alcohol



            Alcohol






Ayer,

cuando la noche me trajo aromas de pétalos rotos

entre juegos de sombras de atardeceres de papel,

cuando mi sangre rebeló de rabia el corazón...



taponé el camino de mis venas de alcohol

y escondí por un instante el latido del dolor.

Cegué mi mente, drogué mi turbia alma

con vapores de vasos que los recuerdos maniatan

y el dolor que se ahoga en bebidas que amordazan.



Ayer,

olvidé por unas horas que la angustia me llamaba,

recorrí sin dolor los pasos que me llevan a mi cama

y cerré mis ojos en una envolvente calma.



...Y luego llegó la madrugada.

¡ Santo Dios, quien trajo tanto dolor en la madrugada ¡


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